http://www.greenpeace.org/mexico/Global/mexico/report/2013/FOLLETO%20TRANSGENICOS%2022%20julio-corregidoweb.pdf
En caso de que tu computadora no cuente con adobe flash player u otro programa, les dejo la información, aunque el folleto tiene más presentación.
1
Cultivos
transgénicos
¿Quién pierde?
www.greenpeace.org.mx
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3
¿Qué es el maíz transgénico?
México posee 59 razas
y miles de variedades
de maíz nativo, que lo
colocan, probablemente,
como la nación del mun-
do con mayor diversidad de este grano1.
El 50 por ciento de los sembradíos de
esta semilla en nuestro país corresponde
a razas nativas; entre 25 y 30 por ciento
es de híbridos modernos vendidos por
empresas multinacionales y por más de
70 medianas y pequeñas empresas de
semilla de capital nacional, el resto de los
cultivos son de materiales criollos pro-
ducto de la interacción genética entre las
razas nativas y los maíces
mejorados.2
Los 62 grupos étnicos de México y
sus ancestros son los creadores
legíti-
mos de las variedades del maíz y quienes
con su trabajo han conservado la biodi-
versidad de este grano en nuestro país.
En marzo del 2009, las autoridades
mexicanas modificaron el reglamento de
la Ley de Bioseguridad de Organismos
Genéticamente Modificados (LBOGM)
para evadir la implementación
de un ré-
gimen de protección especial al maíz y
el mapeo de sus centros de origen en
el territorio e ignoraron el llamado de los
científicos, productores y consumidores
a no autorizar la siembra experimental
de maíz transgénico en los estados de
Sinaloa, Chihuahua, Tamaulipas, Coa-
huila, Baja California Sur, Sonora, Nayarit
y Durango. Esta decisión irresponsable
sirvió para apoyar los intereses de las
empresas que detentan la patente de las
semillas genéticamente modificadas que
amenazan nuestros campos.
Hoy el maíz de diversas regiones de
nuestro territorio está en riesgo de
su-
frir contaminación genética, ya que está
demostrada la imposible coexistencia de
variedades transgénicas y nativas por
el flujo del polen y el intercambio de se-
millas, práctica común en la agricultura
mexicana, además de que las medidas
de bioseguridad para los cultivos trans-
génicos son débiles ya que no contamos
con un sistema de biomonitoreo, inspec-
ción y vigilancia para las importaciones.
3 Pengue W. A. (2000) “Cultivos transgénicos ¿Hacia dónde vamos?”,
Edit. UNESCO
4Registro de contaminación con transgénicos. Greenpeace. 2007.
Disponible en: http://www.greenpeace.org/mexico/es/Footer/
Descargas/reports/Agricultura-sustentable-y-transgenicos/2007-gm-contamination-register-2/. Información tomada el día 2 de julio
de 2013 a las 14:11 hrs.
1 Biodiversidad Mexicana,
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Proyecto
Global de Maíces Nativos, 2011.
2 “Transgénicos y
contaminación del maíz nativo”. Alejandro Espinosa Calderón, Antonio Turrent Fernández, La Jornada,
Opinión.
Edición del 11 de Febrero de 2013. Disponible en:
http://www.jornada.unam.mx/2013/02/11/opinion/024a2pol
El maíz transgénico es aquel al que, de
manera artificial, se le introducen
nuevas
características biológicas de plantas, ani-
males o bacterias, extraídas por medio
de técnicas de ingeniería genética, que
confieren a la semilla rasgos no habituales
como resistencia a plagas y herbicidas;
estos atributos son exaltados por la in-
dustria de biotecnología como solución
a la baja productividad de cultivos, pero
la realidad es muy distinta y se refleja en
los resultados de campos y mercados
de todo el mundo.
Sin embargo, los organismos gené-
ticamente modificados (OGM), cono-
cidos como transgénicos, no han
demostrado su inocuidad para el con-
sumo humano y animal. Estudios en
mamíferos han alertado sobre la creación
de alergias o la resistencia a
antibióticos,
ya que las nuevas variedades creadas de
manera artificial contienen proteínas que
nunca antes habían sido consumidas
por humanos.3 Además
contaminan los
cultivos nativos mediante la polinización
cruzada, alterando la relación de estos
organismos con su ambiente.
Detrás de la producción de los OGM
encontramos, en su mayoría, empresas
transnacionales que tienen como obje-
tivo producir ganancias extraordinarias
para su beneficio con el menor gasto
posible.
Hasta octubre de 2009, en México
se prohibía la siembra experimental de
maíz genéticamente modificado, sin em-
bargo, en 2007 ocupamos el segundo
lugar con más casos de contaminación
transgénica en América y el octavo a
nivel mundial.4
Consecuencias legales
sobre los agricultores:
Las semillas transgénicas son propie-
dad de las empresas que las crean, por
lo que tienen derechos sobre su uso,
comercialización y cultivo, es por ello que:
• Los productores que compran las
semillas de empresas transna-
cionales están obligados a firmar
un acuerdo, poco claro, sobre el uso
que darán a esta tecnología, lo cual
les impide guardarlas o intercambiar-
las en los ciclos agrícolas siguientes.
• Estos acuerdos, por lo general, propi-
cian que las empresas inspeccionen
de manera arbitraria las tierras de
En 2008, Greenpeace realizó el
monitoreo de campos de maíz en
Chihuahua por la sospecha de
contaminación transgénica.
© Greenpeace / Gustavo Graf
4
5
los agricultores y en caso de
que
se “compruebe” un uso indebido
de las semillas, los productores son
víctimas de demandas millonarias
que los llevan a la ruina, sin importar
que la presencia de transgénicos en
sus cultivos sea debido a “contami-
nación accidental”.
• Los productores se verán obligados
a cumplir con las demandas y las
políticas de estas empresas, quienes
serán dueñas de las semillas que
ellos produzcan.
• Cualquier semilla, nativa o
no, que
sea contaminada por organismos
genéticamente modificados, sería
considerada semilla pirata5.
• El maíz transgénico reduciría la bio-
diversidad natural de este grano,
afectando la reserva genética que
existe en México.
un crecimiento de 82.899 kilogramos
por hectárea (kg/ha) respecto a los
82.841 kg/ha de los Estados Unidos6.
• El cultivo de transgénicos eleva el
uso de fertilizantes respecto a las
variedades híbridas y nativas.7
• El uso de transgénicos genera re-
sistencias a herbicidas, provocan-
do la aparición de súper malezas8,
por lo que se eleva el uso de estos
químicos. Por ejemplo, en el periodo
comprendido entre 1996 y 2011, Es-
tados Unidos incrementó el uso de
los mismos en 239 millones de Kg.9
• El uso de transgénicos genera
resistencias a plaguicidas, provo-
cando la aparición de súper insectos
como se documentó en 2010 por
Bruce Tabashnik, responsable del
departamento de entomología de
la Universidad de Arizona (Estados
Unidos) y coautor del estudio publi-
cado en Nature Biotechnology.
• El cultivo de transgénicos no dis-
minuye el uso de insecticidas. Si
comparamos en un mismo periodo
5“Transgénicos y contaminación del maíz nativo”. Alejandro Espinosa
Calderón, Antonio Turrent Fernández,
La Jornada, Opinión.
Edición del 11 de Febrero de 2013. Disponible en:
http://www.jornada.unam.mx/2013/02/11/opinion/024a2pol
|
6 “Sustainability
and innovation in staple crop production in the US Midwest”, Junio de 2013,
Jack A. Heinemann, Melanie Massaro,
Dorien S. Coray, Sarah
Zanon Agapito-Tenfen and Jiajun Dale Wen.
7Report Greenpeace,
junio 2005, “The Economics of BT Corn: whose interest does it reality
serve?”.
8“Herbicide
tolerance and GM crops. Why the world should be Ready to Round Up
glyphosate”. Greenpeace International. Junio 2011.
9“Sustainability and
innovation in staple crop production in the US Midwest”, Junio de 2013, Jack
A. Heinemann, Melanie Massaro,
Dorien S. Coray,
Sarah Zanon Agapito-Tenfen and Jiajun Dale Wen.
Consecuencias económicas
• Creación de monopolios. Muy po-
cas empresas controlarán el precio
y la disponibilidad del grano, que
además está diseñado para resistir
herbicidas y plaguicidas producidos
y comercializados por las mismas
corporaciones.
• La semilla genéticamente modifi-
cada tiene un costo mayor al de la
semilla convencional e incluso al
de la híbrida. Según Alonso Cam-
pos, presidente del Movimiento Agrí-
cola Sinaloense, el precio del costal
de la semilla transgénica es entre 15
y 20 por ciento superior al de
la se-
milla híbrida convencional.
• Los transgénicos no producen
más. Si comparamos el incremento
de producción de maíz en Estados
Unidos (con transgénicos) entre los
años 1986 y 2010, con el de países
del Oeste de Europa (sin transgé-
nicos), veremos cómo no hay una
diferencia significativa entre los dos,
siendo incluso más elevado el incre-
mento en el Oeste de Europa, con
Activistas de diversas organizaciones ambientales,
sociales y campesinas elaboraron un mapa de
México de 4500 metros cuadrados con 35 toneladas
de maíz nativo blanco para exigir al gobierno
federal la protección del maíz mexicano contra los
transgénicos.
© Greenpeace / Gustavo Graf
6
7
(2007) a países como Francia -don-
de no se cultivan transgénicos- con
Estados Unidos que sí siembra or-
ganismos genéticamente modifica-
dos, la diferencia en el uso
de estos
productos no es significativa.10
• Ante el rechazo público a los OGM,
se ha hecho necesario destinar re-
cursos adicionales para separar
físicamente los productos transgé-
nicos de los cultivos tradicionales.
Aun así, la contaminación es inevi-
table, como demuestra la presencia
de trigo transgénico en Oregón, Es-
tados Unidos, a pesar de que no se
tenían los permisos de siembra para
esta variedad (probablemente MON
71800) desde el año 2005.11
• El cultivo de transgénicos no re-
duce el impacto de las sequías ni
los extremos del clima: En Esta-
dos Unidos se calculan pérdidas de
50 billones de dólares por la sequía
en 2012 a pesar del uso masivo de
transgénicos.12
• La diversidad del maíz en México
es un recurso de importancia sin
precedentes para la humanidad.
En nuestro país existe una gran
riqueza genética del maíz que nos
ayudará a encontrar las alternativas
necesarias frente a los difíciles retos
de la crisis alimentaria, el cambio
climático y los sistemas de produc-
ción agrícola que continúan degra-
dando el medio ambiente por la con-
taminación agroquímica.
Alternativas
México tiene las condiciones ambien-
tales que permitirían aumentar la pro-
ducción de maíz sin necesidad de usar
variedades transgénicas, ello si las prác-
ticas de cultivo mejoraran el aprove-
chamiento de los siguientes factores:13
AguA duLCE
Las dos terceras partes de los mil 530
kilómetros cúbicos (Km3) de agua
dulce del país se infiltran o escurren
(mayormente al mar) en las cuencas
del Papaloapan y Grijalva-Usumacinta,
por lo que este recurso natural se está
perdiendo.
Si se mejora el aprovechamiento del
agua de escurrimiento, principalmente
en zonas de temporal, la disponibilidad
de este líquido para el cultivo aumen-
taría, y con ello la producción.
TiErrA dE LAbor
Cada año se cosechan 2.5 millones de hec-
táreas de maíz en el ciclo Primavera-Vera-
no, en su mayoría bajo temporal. Aunque
cercana al recurso de agua dulce, esa tierra
permanece ociosa durante el ciclo Otoño-
Invierno en que se ausenta la lluvia. Hay
también una reserva de 9 millones de hec-
táreas de tierras con vocación agrícola que
es subutilizada bajo el sistema de gana-
dería extensiva. Si optimizamos este re-
curso aumentaríamos la superficie de
tierra cultivada, y por tanto la producción.
infrAEsTruCTurA rEQuEridA
La topografía ondulada y profundi-
dad somera de los suelos predomi-
nantes sugieren al riego presurizado
como principal medio de distribución
del agua a las parcelas, requiriéndose
energía eléctrica, así como máquinas
automatizadas desplazables de riego.
México cuenta con la ingeniería (hi-
dráulica, interconexión eléctrica, elec-
trónica y mecánica) así como con los
recursos humanos capacitados que se
requieren para impulsar el sector agrícola.
CApACidAd huMAnA
El campo mexicano tiene un gran poten-
cial humano, el cual, con proyectos de
capacitación en manejo de cultivo del
suelo agrícola y conocimiento de tec-
nologías, podría mejorar la eficiencia de
sus labores y con ello la producción.
Las claves
• El campo mexicano cuenta con los
recursos necesarios para producir
más de 50 millones de toneladas
anuales de maíz nativo en los próxi-
mos 15 años para garantía de la “se-
guridad alimentaria de todos”.14
• Las razas nativas son necesarias e
insustituibles para la garantía de se-
guridad alimentaria y proporcionar
los maíces especiales que demanda
la cocina mexicana.
10 “Sustainability
and innovation in staple crop production in the US Midwest”, Junio de 2013,
Jack A. Heinemann, Melanie Massaro,
Dorien S. Coray,
Sarah Zanon Agapito-Tenfen and Jiajun Dale Wen.
11 “When will
governments learn that GE crops are uncontrollable?”Jannett Cotter: Junio
2013
12V“Drought that
ravaged US crops likely to worsen in 2013, forecast warns”; The Guardian;
Marzo 2013
13 Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, “Seguridad
alimentaria en maíz, sí es posible.”, Antonio Turrent Fernández,
2011. Disponible en:
http://www.uccs.mx/article.php?story=seguridad-alimentaria-en-maiz-si-es-posible-experto_es
14 Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, “Seguridad
alimentaria en maíz, sí es posible.”, Antonio Turrent Fernández,
2011. Disponible en:
http://www.uccs.mx/article.php?story=seguridad-alimentaria-en-maiz-si-es-posible-experto_es.
Activistas de Greenpeace escalaron el asta bandera
del Zócalo capitalino y desplegaron una manta
para recordar al jefe del Ejecutivo que de aprobar
las siembras de maíz transgénico
entregaría a
empresas de biotecnología el poder sobre el campo
mexicano y el grano base de nuestra alimentación.
© Greenpeace / Iván Castaneira
8
• No es posible la coexistencia de
maíz transgénico con las razas
nativas de maíz en México sin que
éstas acumulen irreversiblemente
transgenes y se amenace su inte-
gridad genética.
• El sistema de patentes de las semi-
llas transgénicas expone a los pro-
ductores a problemas legales con las
empresas que las comercializan.
greenpeace
exige:
• Apoyos directos a campesinos y
campesinas para incentivar la pro-
ducción de maíz mexicano con prác-
ticas agroecológicas.
• Presupuesto para la investigación
pública que busque el desarrollo de
técnicas de agricultura sustentable.
• La determinación de cultivos y
áreas geográficas donde se loca-
lizan los centros de origen y de di-
versidad genética del maíz y de otros
cultivos originarios de México.
• Las normas oficiales mexicanas en
materia de bioseguridad.
• Solución efectiva a los casos de
contaminación que ya se presentan
en diversas partes del país.
• Un real y completo Régimen de Pro-
tección Especial de Maíz.
• Prohibición a la siembra de maíces
transgénicos en el país.
© 2013. Greenpeace México A. C.
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Redacción: Ariadna Archundia y Silvia Díaz
Revisión editorial: Aleira Lara y Edith Martínez
Diseño: Adriana Peña
Foto de portada:
Pérdida de
cosechas en
Tabasco
© Greenpeace /
Luis Manuel
López Chable
En enero de 2013, organizaciones sociales, campesinas,
ambientalistas y ciudadanía marcharon del Ángel
de la Independencia al Zócalo capitalino, para mostrar
su rechazo a las semillas de maíz genéticamente
modificado por los riesgos sociales, económicos y
ambientales que representan.
© Greenpeace / Diego Uriarte
|
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