jueves, 19 de mayo de 2016

REGIÓN HUICHOL; MITO, MAGIA Y RELIGIÓN



Actividad. 
Elabora un cuadro comparativo de mito, magia y religión entre los huicholes.
 
REGIÓN HUICHOL; MITO, MAGIA Y RELIGIÓN
En el presente ensayo me sitúo en la Región Huichol para abordar el mito, la magia y la religión; prácticas que juegan un papel principal en la organización social y política, religiosa y cívica, y en la identidad de un grupo social.  
Comenzaré con un resumen de la región, su ubicación geográfica, sus habitantes y su forma de vida. Después trataré de definir de manera breve lo que es mito, magia y religión, para después abordar estas prácticas desde una región específica: la Huichol.
Situándome en esta región Huichol comenzaré a desarrollar estos temas intentando explicar lo que para ellos significan estas prácticas, cómo las desarrollan, en qué épocas las realizan, quiénes las realizan, para qué las realizan, qué elementos integran, entre otras cuestiones que pudieran surgir conforme desarrollo el trabajo. También pondré interés en saber si estas prácticas siguen reproduciéndose, si se han modificado o si han cesado; y la relación que tienen estas prácticas con su cultura y con su conformación como pueblo.
Creo que si poco se sabe que existen diferentes grupos indígenas en el país, aún menos se sabe acerca de ellos, de sus formas de vida, de las problemáticas que tienen, de su historia y sus tradiciones. Los principales grupos indígenas en Jalisco son los Nahuas y Huicholes; sin embargo, ha habido más grupos que han migrado a Jalisco y se han instalado en la zona metropolitana de Guadalajara.
Los huicholes, asentados en la Sierra Madre Occidental, son originarios de América y se asentaron antes de la llegada de los europeos. Los grupos más cercanos a ellos son los Coras, al norte de Nayarit y los Tepehuanos, al sur de Durango. Estos tres grupos hablan lenguas hermanas, pero no son iguales.
El territorio de los huicholes tiene una extensión de 4,100km2 y están asentados en cinco comunidades; tres de ellas en el Municipio de Mezquitic, una en el Municipio de Bolaños y otro en el Municipio de La Yesca en Nayarit. La población huichola habita en poblados pequeños y dispersos, las vías de comunicación hacia estos poblados eran escasas y la llegada de mercancía y el contacto con las zonas que se encuentran fuera se veían truncadas, sin embargo, en los últimos años se han adaptado caminos e incluso la posibilidad de llegar en avioneta.
La población huichola se dedica principalmente a la agricultura para subsistir, además de la cría de ganado vacuno. La población también se dedica a la elaboración de “artesanías”, la cual puede ser transportada y vendida en las ciudades.
Los huicholes han padecido intentos de evangelización por parte de distintos grupos religiosos, estos intentos comenzaron en el siglo XVIII por parte de los jesuitas y posteriormente por los franciscanos, a pesar de ellos, la población huichola se rehúsa totalmente a cambiar sus costumbres.
Fueron creados proyectos de desarrollo entre los cuales se encontraba el Plan Huicot; a través de éste se crearon vías de comunicación, escuelas y acciones enfocadas a la producción agropecuaria. Sin embargo, como la mayoría de los proyectos que fueron creados con el fin de una “integración” del indígena a una identidad nacional por parte del Estado, estos proyectos más que beneficiosos fueron contraproducentes; se ignoraron las diferencias y especificidades culturales que tiene la población y se impusieron autoridades por parte del Estado, que suplantaron la autoridad tradicional del pueblo. Estos tipos de cambios sociales, y además políticos en su estructura provocaron la modificación de su organización de origen, comenzaron a cambiar características esenciales como el abandono de algunas costumbres tradicionales, algunas sin embargo se han adaptado a estos nuevos modelos impuestos sin perderlas completamente.
Previo a este trabajo y a las lecturas consultadas, mi conocimiento y postura ante los conceptos que estoy por desarrollar era totalmente distinto y no veía relación entre ellos tanto en definición como en la práctica. Mi visión cambió, puesto que todas y cada una de las prácticas están ligadas la una con la otra, pero todas conservan su especificidad y todas dirigen una explicación hacia esa cultura y contienen elementos de la misma. Una relación que hay entre ellas y que podría resaltar es que los investigadores, a través de todos los años de investigación concluyen en que el mito, la magia y la religión, y los elementos que cada una posee sólo pueden ser explicados mediante la propia experiencia.
Todas estas prácticas tienen un origen: el querer conocer. Una de las naturalezas del hombre es el deseo de conocer, tanto al hombre mismo como a lo que tiene relación con él, además del deseo de querer encontrar una explicación a los fenómenos que ocurrían en su entorno; principalmente a los fenómenos naturales.
La primera incógnita del hombre fue el origen del mundo, se querían encontrar explicaciones acerca de éste; y las primeras que surgieron fueron de carácter mítico. Sin embargo, la razón ha sido una de los principales enemigos de las demás explicaciones (religiosas, mágicas) que se le han dado al origen del mundo. Algunos, como San Agustín, llegaron a considerar a la razón como una herejía, decía que la razón era una de las cosas más dudosas y equívocas del mundo. Por su cuenta, Pascal remarcaba que el pensamiento racional y lógico no resolvía el enigma del hombre, puesto que éste era una contradicción y la lógica sólo resolvía homogeneidades. El proceso de la explicación del hombre y del origen pasó de la religiosa, a la mítica, siguiendo a la lógica, después del pensamiento matemático al pensamiento biológico con Charles Darwin.
El símbolo forma parte de la naturaleza del hombre, los podemos encontrar en el lenguaje, en las artes, en la religión, en el mito; en toda interacción y creación del hombre lleva implícito un símbolo. Sin éste, el hombre viviría limitado a sus necesidades biológicas y a sus intereses prácticos; el mundo ideal queda excluido.






MITO
Una de las formas en que se transmite el mito es a través de la oralidad, éste muestra las peculiaridades que tiene una cultura, la representación de estas peculiaridades a la vez ofrecen una explicación de la cultura representada. Un mito debe leerse y explicarse en el contexto al que pertenece sino pierde su lógica. Tiene una función como cohesionador en la comunidad, es sistemático, está cargado de símbolos los cuales también llevan un orden y en caso de que éste se rompiera, el mito pierde su valor. Obedece a un espacio (origen) y a un tiempo (presente, pasado y futuro. Y es cíclico), éstos también de carácter simbólico. “Lo mítico no puede reducirse al tema “naturaleza” y las categorías de experiencia temporal que implica lo mítico no pueden reducirse a lo “cíclico”. El mito posee factores tanto naturales como histórico-culturales” (Fritz Stolz).
Dentro de los mitos, elementos como lo sagrado y lo santo están presentes; estas características se les atribuyen a las deidades; marcando así una división entre ellas y el hombre.

MAGIA
La magia, como en el punto anterior es sólo explicada desde su lógica y su contexto. La persona capaz de practicar la magia se le atribuye características especiales; la mayoría de estas personas tienen una edad avanzada, son sabias, es decir, poseen un conocimiento amplio sobre la comunidad y otros temas, además de que son capaces de, podría decirlo, ir a otra realidad. La magia sólo puede usarla esa persona, ésta representa una autoridad dentro de la comunidad.
La magia también es sistemática, pues obedece a un orden, el cual si no se respeta, ésta pierde su eficacia; además se debe tener cierto comportamiento al momento de realizar un acto mágico. “Libera (la magia a la colectividad de un peso que la oprime. Actúa en situaciones en las que el hombre necesita particularmente una liberación y un sentido concreto e inmediato” (Jensen, Ad. Ellegard, 1998[1]).
La magia no está dirigida a una deidad específica, sino para un conjunto variado de objetos que actúan a favor.
Cabe señalar que tanto la magia como el mito fueron considerados como prácticas que correspondían únicamente a pueblos “primitivos”, además de considerárseles como estadios anteriores a la religión, y de carácter irracional.




RELIGIÓN
En la religión ya tenemos un objeto definido: una deidad, la que nos va a conceder nuestras peticiones; algunas veces se hace un sacrificio por el cual podamos obtener lo deseado. Para pedirle algo también se hacen rituales, éstos también son sistemáticos.
En la religión, al igual que en el mito y la magia, la experiencia es imprescindible, es mediante ésta que tiene un sentido; dice Roger Caillois que a través de esta experiencia es también como se llega a lo sagrado y/o a lo santo. Dice (Caillois) que existe una dualidad: profano/sagrado, bien/mal, que son complementarios y están presentes en el ámbito religioso.
La religión también está determinada por los aspectos sociales y culturales, éstos no son estáticos; están en un constante cambio por lo que la religión también se modifica, adaptándose a estos cambios.
Decía Spencer que la religión está ligada al animismo, es decir, al culto a los espíritus ancestrales. Ésta también ejerce un control político.
Dicho control puede ser provocado por el temor de las personas a la muerte, al conflicto y ante las dificultades de la vida cotidiana.
Dentro de estas prácticas hay más elementos implícitos que dan un sentido a las mismas como la idea de lo santo, lo sagrado, lo profano, la fe, la razón, lo bueno, el milagro, lo malo, etc.
Estas prácticas configuran la vida de una población, y son elementos que surgen de la misma interacción entre los habitantes y que tienen una línea del tiempo, no son elementos que hayan surgido de repente. También otorgan un papel a los habitantes de la comunidad; su organización social, política y religiosa involucra a cada uno de los habitantes.









A continuación trataré de abordar estos aspectos desde la región Huichol.
Para los huicholes, la religión y lo místico son dominantes en la cultura, y son los dioses los dominantes de todo. Sus dioses se basan en personificaciones de fenómenos naturales, que son potenciales divinidades y la mayoría de sus actividades; las artísticas, dramáticas, literarias, etc. Son hechas por el principio sagrado que motiva a las ofrendas para los dioses. La religión es la que da al huichol su filosofía de vida o visión de la naturaleza, del universo y del hombre y es también la que le da el control que él imagina tener sobre la naturaleza.
En las comunidades, los tewá (abuelo) son las figuras de autoridad. La palabra tewarí es empleada como término de parentesco religioso para referirse a las divinidades de segundo rango.
Dentro de las narraciones de la población se encuentra una persona de suma importancia: el Abuelo. Es él uno de los cinco antepasados sabios y ocupa una posición central entre las deidades. Era el amo del fuego, enseñó a realizar los instrumentos sagrados y estableció normas para los ritos que proporcionarían la comunicación con los dioses. Dirigió la primera cacería del peyote y tiene por acompañante y ayudante un animal.
Es el médium por el cual anuncia el momento en que se deben ofrecer las ofrendas a las deidades. Es el transmisor de sabiduría y en sus manos se encuentra la continuidad cultural del grupo.
Cuando los abuelos ponen nombre al recién nacido es reconocido como un miembro más de la comunidad huichola, se convierte así en persona.
La mujer dentro de la comunidad es principal, es ella un foco de organización de actividades, y es a través de ella que sea realiza el culto a la feminidad como generadora de vida, además representa la fuerza centrípeta, unificante y cohesionante, y el varón representa la proyección hacia el exterior, hacia el mundo silvestre.
Los huicholes manejan una estructura política-ceremonial; su estructura política es previa a un modelo mesoamericano. Hay una distribución de los recintos ceremoniales, los cuales presentan un desarrollo arquitectónico avanzado, estos recintos están a cargo de un “jefe”. Esta tipo de organización representa una desigualdad social y política en la comunidad.
Cada asentamiento consta con su propia organización política, y es en base a los recursos que tienen en el territorio como se organizan. “Puede pensarse en la existencia de cacicazgos relacionados por parentesco entre linajes específicos, que se caracterizaban por su organización jerárquica y por contar con un sistema de cargos hereditarios con obligaciones, pero también con poder político sobre un territorio especifico…” (Téllez Lozano, Victor Manuel, 2011, p. 132).
Los tukite son recintos y son la representación de la cabecera de cada ranchería. También son considerados las moradas de las deidades más antiguas, fundadoras de cada linaje que adquieren un carácter divino.
Los distritos conforman una jerarquización, donde los líderes políticos y ceremoniales representan la cabeza de los distintos linajes, además son los responsables de resguardar el conocimiento mitico y ritual que sostiene a la comunidad y a sus distritos.
“La sociedad huichola está todavía dividida en dos castas: la nobleza y el pueblo” (Diguet 1992: 129), (Téllez Lozano, Victor Manuel 2011, p.133). Esto porque los descendientes de los míticos antepasados contaban con un mayor prestigio.
Dentro de la comunidad de Guadalupe Ocotán se realiza una renovación de la mesa directiva del Comisariado y se realiza una ceremonia. Las actividades tienen el objetivo de mantener un equilibrio entre el ámbito de acción humana, que está relacionado con la administración del territorio comunitario y la representación de la comunidad al exterior que ahora están a cargo por representantes impuestos por el Estado; y el ámbito de acción divina donde los ancianos y los miembros de la jerarquía cívico-religiosa son responsables de sostener un ciclo ceremonial que es necesario para preservar la existencia del territorio comunitario y sus habitantes. El territorio se convierte en un espacio sagrado que debe recibir ofrendas. En Guadalupe Ocotán la vida ritual está alrededor de tres espacios principales y una capilla, la cual es un recinto significativo para su población donde se realizan prácticas religiosas.
Muchos de sus espacios sagrados cambiaron los rituales y ceremonias originales, estos cambios y adaptaciones fueron causados por la evangelización.
Dentro de la población huichola los símbolos están presentes en gran medida; por ejemplo a la mujer se le relaciona con el venado, el cual es sagrado; y podemos ver cómo los huicholes plasman a este animal en su arte; en sus ropas, sus joyerías, morrales, pinturas y en los rituales que realizan.
Respecto a la magia, una de las siete ceremonias que realizan, son cada año en el mes de abril, son dirigidas por un chamán, el ingreso a éstas es limitado y es el chamán el que decide quién puede estar presente y quién no; lo decide según la vibra o las intenciones que perciba de la persona, si percibe algo malo la persona no puede presenciar la ceremonia. Se realiza un círculo sagrado donde se enciende fuego, que también se de carácter sagrado; se realizan rezos y se ofrecen ofrendas como frutas, maíz de la cosecha del año anterior, incienso y tabaco. La ceremonia comienza a la salida del sol, a la par que se enciende el fuego y se colocan las ofrendas comienzan las danzas, con el propósito de pedir por futuras siembras y la limpia de cuamiles donde serán sembrados. Es una ceremonia de velación donde se consume la “medicina sagrada”, es decir, el peyote y su fin es al amanecer del siguiente día.
La segunda ceremonia que realizan es para la siembra. En ésta se pide permiso a los dioses y a la madre tierra por una buena siembra y buena temporada de lluvia; en esta ceremonia también se enciende el fuego con rezos y se colocan las ofrendas, se hacen danzas y la velación hasta el amanecer.
La tercera ceremonia es la cacería del venado, en ésta se da gracias por la cosecha, se presenta el maíz y en agradecimiento se sacrifica un toro a los dioses.
La cuarta ceremonia es sobre la cacería del venado, en ésta se internan en la montaña hasta cazar un venado, éste se ofrenda a los guardianas y los dioses del desierto para pedir permiso y sean bien recibidos en su desierto.
La quinta ceremonia es la más larga, consiste en el viaje al desierto. Se presentan con el venado azul en Wirikuta, es un viaje que se realiza en 15 días donde los guerreros se van, en la comunidad se quedan las mujeres y los niños; ellos mantendrán el fuego prendido hasta el regreso de los guerreros con el fin de que los espíritus guardianes los guíen y protejan durante los 15 días. Las mujeres realizan ayuno de carne y sal, hacen tejuino, el cual también es sagrado y lo mantienen bajo tierra con rezos y cantos. Mientras los guerreros caminan por el desierto guiados por el chamán que va platicando con los dioses y dejando ofrendas de tabaco en su caminar y pidiendo  permiso a los espíritus guardianes del peyote para la recolecta de éstos.
La sexta ceremonia consiste en el regreso del desierto, esta es una fiesta de agradecimiento por el buen recibimiento de los dioses y la buena colecta del peyote permitida por los espíritus guardianes. En este momento es cuando se saca el tejuino fermentado y comienza la velación con danzas alrededor del fuego. El chamán cuenta lo que los dioses le dijeron y las cosas que deben hacer para mantener sus tradiciones y no dejarse “contaminar” por el modelo de sociedad occidental. En esta ceremonia las mujeres hacen tamales de frijol, se reparten entre los participantes de la ceremonia junto con el tejuino fermentado y gajos de peyote. Durante toda la noche los participantes invitados no pueden negarse a consumir nada de lo que se ofrece porque se interpreta como una ofensa a los dioses. Al día siguiente se rompe el ayuno de carne y sal y después de la comída la ceremonia se da por terminada.
La siguiente ceremonia es la del tambor, en ésta se presentan a los niños, quienes son futuros guerreros, al desierto. El fuego es encendido desde un día antes y se cuida toda la noche turnándose los guerreros adultos. En cuanto amanece las madres de los niños desde los recién nacidos hasta los de 12 años les visten atuendos de gala y los pintan de guerrero; todo ese día es de ayuno total para todos (excepto los que amamantan), se forma un círculo alrededor del fuego que no debe extinguirse, con todos los niños y detrás de cada niño debe estar su madre. Cada niño debe portar su ayacaztli (sonaja). El chamán da inicio a la ceremonia presentando a los futuros guerreros a los dioses y guardianes del desierto y del peyote para que los reciban bien cuando ellos comiencen su ruta por el desierto. Se comienza a tocar el tambor que no deberá dejar de sonar hasta que el sol se oculte, los niños tampoco deben dejar de sonar sus sonajas. El chamán tocará hasta desfallecer, en caso de que ocurra se debe elegir a un sucesor para que siga tocando el tambor. En caso de que los niños se agoten, las mamás tendrán que ayudarles sosteniendo su mano para seguir tocando; esto llega a ser un gran sacrificio y ofrenda porque el sol cae por completo sobre ellos y el ayuno es total. El chamán mientras toca el tambor entra en trance y platica con los dioses, les presenta cada uno de los niños, éstos también entran en trance donde viajan por el desierto y son guiados a cada uno de los lugares de poder en el desierto donde conocen a los espíritus guardianes y donde les presentan los animales que los recibirán en su primer ida al desierto y platican con ellos. Los animales pueden ser lobos, zorros, lechuzas, etc. Éstos serán sus animales guías; continúan así hasta la puesta de sol donde el chamán agotado sale de su trance y regresa a los niños de su viaje al desierto. Dan la última danza de despedida al sol, se rompe el ayuno de agua y se baña a los niños con cubetazos de agua y se les da de beber. Se rompe también el ayuno de comida y se ingiere algún cordero o gallina sacrificada.
Finalmente se cierra con la ceremonia del sacrificio del venado. Se dan las gracias por todas las bendiciones recibidas y se agradece a los cuatro rumbos y a los espíritus guardianes, a la madre tierra y al gran espíritu dador de todo.
Estas ceremonias son un ejemplo del papel de orden y “poder” que tiene el chamán, es el único que puede tener una plática con los dioses. Los elementos son los que les rodean a su espacio geográfico y toda la comunidad participa. Esto es lo que caracteriza a una comunidad y a un pueblo. Estas ceremonias son su forma de vida, su cosmovisión, si esto les fuera del todo cambiado, o el hecho de quitarles más tierras o imponer otros elementos, sus ceremonias pierden su significado y más que su significado, lo que ellos son. Son más, mucho más que una bonita pieza en exhibición; son un proceso, son lucha, son negados, apartados, son cultura, tradición, origen, son cambios, procesos, despojo, etc. El hecho de que no formen parte de este mundo occidental-globalizado no los convierte en ajenos. Pero si entre los “iguales” existe una discriminación, entre “diferentes” es aún más evidente. Dejemos de verlos como piezas de museo, coexistimos y cohabitamos, basta de la negación. Reconocer y respetar sus formas de organización, respetar su propiedad, darles las herramientas y las oportunidades pero sin la imposición y el rezago. Me parece que todo intento de integración a la “identidad nacional”, a un mestizaje, a la inclusión en la urbe y el actual modelo de vida llevará al fracaso si se siguen violentando las diferencias; no puede existir una homogeneidad porque se estaría borrando una identidad. Y esto obedece a todos los pueblos indígenas del país y del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario